domingo, octubre 23, 2005

El Morral

Sigo mi sendero, solo, callado, veo mi reflejo y noto algo que pende de mi hombro, es un pequeño morral, subo al árbol, me siento en una rama y comienzo a escudriñar el contenido.

Una estampilla, un hilo de plata y una pequeña pero bella caja cerrada.

Entonces recuerdo:

La estampilla es de aquella carta que un muy antiguo amigo me envió desde una isla lejana donde él meditaba para crecer; el hilo metálico es aquel con que suturaría esa veja herida que jamás suturé; la caja, la abro y veo que esta vacía, solo un espejo en el fondo donde veo mi reflejo vacío, -estoy vacio-.

Miro desde el árbol la ciudad, tomo mi corazón y comiezo a suturarlo, en la caja deposito las gotas de sangre, -¿debí morir para volver a nacer?, tendré que odiar para volver a amar?-, entonces recuerdo las palabras de mi maestro "si a una mariposa, le quito las alas, ¿se transforma en gusano?; si a un gusano, le pongo alas, ¿se transforma en mariposa?".

Miro desde el árbol la ciudad, pongo mi corazón en mi pecho y le digo -late!-, tomo la caja, la vuelvo a mirar y veo mi reflejo, ya no está vacia, ahora contiene la sangre de mi corazon sellado en plata.

Miro desde el árbol la ciudad y recuerdo las palabras que le dijo mi maestro a mi amigo: -para ser quien realmente eres, a veces debes ir por donde no eres-.

Y muto.

Camino por la Branca Cidade blanca, ya no floto, la gente me ve y mi ojo los ve, camino mudo.

-Tengo que llenar esta bella caja otra vez, debo vivir de nuevo como antes y ser mejor que lo que era-

Soy lo que fuí y sere lo que quiero.

Yo soy, mas no se lo que seré, me siento despierto, solo que es solo mi andar.

lunes, octubre 17, 2005

A Branca Cidade

Llego a la Branca Cidade rodeada del verde mas verde,
su olor es dulce y su miel es oro,
camino por la blanca Branca Cidade.

Blancos castillos,
blancos monumentos de gigantes olvidados,
otrora malvados, hoy venerados.

Camino por la blanca Branca Cidade,
puentes y colinas, blancas y luminosas,
llego al blanco castillo y me irradio,
veo su obra y saber,
su gran mano me muestra la yaga del pasado que no pasa
me maravillo.

Salgo del castillo blanco blanco,
lo mas maravilloso, lo mas perfecto,
camino por la calle blanca blanca,
veo un gato blanco blanco,
pequeño e inocente que corre hacia mi,
el blanco blanco y pequeño gato me mira,
escupe roja sangre y muere.

La blanca Branca Cidade se torna gris,
el blanco blanco gato se vuelve rojo,
solo me queda el dulce olor y la dorada miel.

Camino hacia el blanco tunel a ver que encuentro,
blancas personas, blacos corazones en una ciudad gris,
con un blanco blanco gato rojo.

Soy mudo aquí, mas no sordo.

sábado, octubre 15, 2005

La Serpiente (La Araucana mix)

El bárbaro sagaz de espacio andaba,
y a toda prisa entraba el claro día;
El sol las largas sombras acortaba,
mas el nunca descrece en su porfía.

Era salido el sol cuando el inorme
peso de las espaldas despedía,
y un salto dio en lanzándole disforme
mostrando que aún más ánimo tenía:
el circulante pueblo en voz conforme
pronuncio la sentencia y decía:
“sobre tan firmes hombros descargamos
el peso y grave carga que tomamos”

el nuevo juego y pleito definido,
con las más ceremonias que supieron
por sumo capitán fue recibido.

Media lengua pequeña elige un puesto
de donde estaba el bárbaro alojado,
en lugar mejor y mas dispuesto,
y allí, por ver la noche, ha reparado;
estaba a cualquier trance y rumor presto,
de guarda y centinelas rodeado,
cuando, sin entender la cosa cierta,
gritaban: “¡Alarma!, ¡alarma!; ¡alerta!, ¡alerta!

Con ímpetu y violencia semejante
los indios a los nuestros arrancaron,
y sin pararles cosa por delante
en furiosa corriente los llevaron,
hasta que con veloz furor pujante
de la cerrada plaza los lanzaron
que el miedo de perder allí la vida
les hizo el paso llano a la salida.

“¿Por qué con tanta saña procuramos
ir nuestra sangre y fuerzas apocando,
y, envueltos en civiles armas, damos
fuerza y derecho al enemigo bando?
¿Por qué con tal furor despedazamos
esta unión invencible, condenando
nuestra causa aprobada y armas justas,
justificando en todo las injustas?

viernes, octubre 14, 2005

La serpiente

-Hola-, me dice una serpiente, -hola- le respondo, -sabes, flotar no es tan bueno como estar en la tierra-
-¿a que se debe tu comentario?-
-pienso que flotar es bueno, pero que no tener algún grado de apego a la tierra, hce perder la verdadera magnitud de la realidad-
-tienes razón, pero, no tengo como alcanzar el suelo, solo floto-
-sabes- de dice la serpiente, -veo que podemos llegar a hacer grandes cosas juntos, te propongo algo, si me dejas subir a tu espalda, es muy probable que mi peso te haga descender, asi podras disfrutar de lo bueno que es el suelo y yo de lo grandioso que es flotar-
Sus palabras me parecieron sensatas y acepté.
-Sube- le dije, -te acojo como parte de mi mismo, juntos haremos grandes cosas-

La serpiente se arrastró por el árbol, una vez estando en lo alto, se avalanza sobre mi cabeza, se arrastra por mi nuca y se acomoda en mi espalda.

-Sigo flotando, no sento el suelo en mis pies-
-No te preocupes, deja enterrar mi cola en tu espalda y entrar en tu columna, dejaré mi cabeza en tu hombro izquierdo para que podamos hablar y planear nuestra gloria-
-si haces eso, ¿podre sentir el suelo en mis piés?-
-si-
Sus palabras me parecieron nobles, la serpiente me habló por largo rato lo bueno de su propuesta y de lo sincero de su actuar.
Acepte con gran alegría y le dije que creia en sus palabras.

La serpiente se clavó en mi piel y senti un gran pesar.
-¿que es este pesar que siento?-
-es el suelo, es lo que se siente no flotar-
-pensé que seria distinto-
-no amigo, esto és-

Habiendo dicho eso, seguí mi camino con él en mi hombro izquierdo, dichoso de aquella novedad.

Al tiempo, encontramos un manantial, el mas maravilloso manatial.
El manantial nos ve y nos pregunta -¿quieren beber de mi agua?-, en el momento en que iba a asentir, la serpiente saca su cabeza, coloca su cola en mi oido izquierdo y dice:
-en efecto, quiero beber de tu agua ya que cargar a este ser me tiene sediento, llevo un largo camino y no es fácil, me apiadé de él ya que sin mi, el no es capaz de avanzar- el manantial respondió:
-que lamentable tu suerte, pero por tu heroica misión, te dejare beber toda el agua que quieras, eres muy noble en hacer lo que haces, los dos pueden beber-
-no es necesario que el beba, yo compartiré tu agua con él-

La serpiente quitó su cola de mi oido, bajó por mi pié y se arrastró hacia el brode del manantial, -yo también quiero beber- le dije a la serpiente, -espera que yo beba, es probable que sea peligroso, si muero con algún veneno, te habré salvado la vida-

Nuevamente creí en la serpiente y pensé en lo buen amigo que era al cuidarme.
Bebió hasta satisfacerse y luego regresó a su lugar, volvio a tapar con su cola mi oido y dijo:
-gracias manantial, te estaremos eternamente agradecidos-
-el mundo te está agradecido serpiente-, dijo el manantial, -que tu obra de buena voluntad perdure-

La serpiente sacó su cola de mi oiodo y me susurró -alejemosnos rapidamente, el manantial quiere sacar provecho de tí, es por eso que no dejé que bebieras, pues en el momento justo, el hubiese arremetido contra ti-

Dicho esto me aleje lo mas rapido que pude de aquel lugar.

Estando ya muy lejos de aquel manantial, la serpiente me pregunta:
-¿que es eso que llevas en la frente?-
-es laurel-
-¿que es el laurel?-
-un árbol santo-
-¿te da algún poder?-
-si, cubre mi ojo, el ojo con el que veo más allá-
Habiendo escuchado ésto, la serpiente salta sobre mi oido, recorre mi cabeza, sale por mi ojo y me arrebata el laurel.
-¿que hiciste, porqué lo hiciste?-
-ansío tu poder, ahora es mio-
-tonta serpiente, ahora no es de nadie, ese poder solo funciona en mi y ahora, ni tu ni yo lo poseemos-

La serpiente me miró y se convirtio en ratón, luego de eso, se escabulló entre las ramas y desapareió.

he perdido mi laurel, mi oido y mi poder.

miércoles, octubre 12, 2005

El ojo

He salido de mi antiguo estado y he pasado a otro, levito sobre el lugar, arbro mi ojo, sangra, con el que no veo, veo, la hoja de laurel sobre el otro, se esconde.
Giro y me pongo vertical, ya no toco el suelo y creo que no lo hare nunca mas, he dejado de ser lo que fui y sere lo que soy hasta que vuelva a mutar, solo tengo que continuar.
Mi ojo sangra y no dejara de sangrar, sufre por lo que he visto, el otro no ve por temor a seguir viendo, el otro es santo, solo ve tras el laurel lo que tengo que ver y el resto lo niega para bien.
Solo virtud.
Solo amor.
Mi ojo deja de sangrar y me permite ver, veo almas, todas, árboles, pájaros, solo almas, blancas y puras, no veo el mal. Mi ojo es rojo, tiene ira en su interior, vio lo que no debía ver, pero lo vió y me entristezco por eso, mi ojo rojo es el pasado, es mi camino a la redención, fuí por donde no debia ir, solo espero llegar a donde soy.

domingo, octubre 02, 2005

El despertar

¿Donde estoy?, ¿cuanto tiempo ha pasado?