martes, febrero 26, 2008

Perro Viejo

Desperté en una bulliciosa esquina, las personas iban de un lado a otro despreocupadas, borrachas, alegres, drogadas, felices; decidi observar por un tiempo ese lugar, necesitaba saber que podía despertar en mi.
Días y noches pasaron, a mi lado se sento una persona, sentia su dolor, su angustia, su rabia, sus ganas de morir sin poder morir por miedo a la misma muerte; las personas nos dejaban comida, agua y dinero, yo solo las observaba.
Cierto día un joven se nos hacerca, nos mira con cariño, nos toma las manos y con un dolor en el corazon nos mira a los ojos y nos pregunta "se han enamorado alguna vez de una mujer?"
Sentí estallidos en la nuca, relampagos, rayos luces, destellos amarillos por doquier; senti que el tiempo se estaba desacelerando, la bulla de las personas giraba, mis mobimientos se tornaban mas lentos, sentia como mi columna se caía y mi energia interior, mi alto y mi bajo, mi arriba y mi abajo, todo mi ser se desmoronaba y quedaba solo una piel vacía. Me había convertido en serpiente.
Comencé a reptar por una rama, al despejarse el foliaje, vi una escena, era un salto en el tiempo, ya no estaba ahí, estava acá y ahí a la vez.
La ví.
Recordé.
La maté.
La dejé morir.
Se fué.
Entre mis brazos, ella al morir, me deja su piel de serpiente; el cielo se tiñe de púrpura y todos se incendian, nadie se mueve ni gritan, nadie huye, todos son corderos; miro desde el altar y veo como todos árden sin inmutarse.
Huyo montaña abajo, no dejo de correr. La ví. La maté. La dejé morir.
Qué tragedia, ella quería el poder, no yo.
Lloré.
Seguía estando ahí, pero ya estaba acá.
Volví.

Desperté en una bulliciosa esquina, las personas iban de un lado a otro despreocupadas, borrachas, alegres, drogadas, felices; decidi observar por un tiempo ese lugar, necesitaba saber que podía despertar en mi.
Días y noches pasaron, a mi lado se sento una persona, sentia su dolor, su angustia, su rabia, sus ganas de morir sin poder morir por miedo a la misma muerte; las personas nos dejaban comida, agua y dinero, yo solo las observaba.
Cierto día un joven se nos hacerca, nos mira con cariño, nos toma las manos y con un dolor en el corazon nos mira a los ojos y nos pregunta "se han enamorado alguna vez de una mujer?"
Sentí un alivio, me encontré a mi mismo tranquilo, alcé el cuerpo y ví mi reflejo en el vidrio, era yo, solo yó. me desnudé y quedé solo yo.
Al volver la mirada sobre el joven, veo que un perro se acerca a él.
¿lo conoces? le pregunto.
Si, al Virala cuando lo veo, le dejo comida; éste perro es viejo acá, éste perro es viejo, ha visto morir a todos los otros perros del barrio.
Entonces el joven se elevó a la noche y se transformó en estrella fugaz.
Al bajar la mirada, veo al chino del local adyacente con su raqueta de oro intentando matar las moscas de su local y reflexiono: ¿canto es mucho?, ¿cual es la medida justa?, ¿hay justicia en el amor?. Pienso en ésto mientras veo las moscas pasando entre las cuerdas de plata de la raqueta cada vez que el hombre les propina un golpe.
¿Que es justo?
Sigo mi camino desnudo.

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